Otro pueblo italiano se prepara para vender casas de un dólar
Por Silvia Marchetti, CNN
Sí, todavía están disponibles.
Si te preocupa que ya no haya pueblos en Italia que vendan casas por un euro, o poco más de un dólar, descuida.
Una localidad que ha estado vendiendo casas por el precio de un café está a punto de poner a la venta otro lote de inmuebles, y el proceso es aún mejor para los interesados de lo que están acostumbrados.
No se necesita una fianza como pago inicial para asegurarse una vivienda en ruinas. Lo único que se requiere es el compromiso de remodelarla.
Penne, situada en la región central italiana de los Abruzos, a medio camino entre la costa adriática y la cordillera del Gran Sasso, está vendiendo casas abandonadas por el precio de un espresso en un intento de frenar la despoblación.
Desde que comenzó el programa en 2022, se han vendido seis viviendas, la mayoría a italianos. El próximo lote de “un puñado” de propiedades saldrá a la venta “en las próximas semanas”, según el alcalde, y parece que habrá más.
“Hay potencialmente más de 40 inmuebles vacíos en la ciudad en busca de nuevos propietarios, y todos están situados en el centro histórico, que ha ido decayendo desde que las familias empezaron a emigrar hace décadas”, explica a CNN Travel el alcalde de Penne, Gilberto Petrucci.
“Aunque nuestra población total es de unos 1.200 habitantes, apenas quedan 1.000 viviendo en nuestro precioso casco antiguo, que corre el riesgo de convertirse en una ciudad fantasma”.
Nacido y criado en Penne, Petrucci sintió que tenía que hacer algo para dar nueva vida al antiguo corazón de su ciudad natal antes de que fuera demasiado tarde: “Me duele mucho ver estas casas abandonadas. Es como una herida”.
Las tres primeras viviendas de un euro se vendieron en 2022. El segundo lote de tres salió a finales del año pasado.
El último lote se compone del mismo tipo de casas que las que se vendieron previamente: en su mayoría antiguas, algunas de la época medieval con mejoras posteriores realizadas durante el Renacimiento, dice Petrucci, aunque dos ejemplos recientes que se vendieron fueron construidos ambos a principios del siglo XX. Tienen hasta tres pisos y entre 69 y 120 metros cuadrados.
Según Petrucci, la mayoría de estas casas pertenecían a familias de agricultores que huyeron en busca de un futuro mejor, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los bombardeos destruyeron gran parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad.
Hubo otra oleada de emigración en la década de 1970, cuando las familias se marcharon a Estados Unidos, Bélgica y Venezuela, y a pueblos y ciudades cercanos más grandes para trabajar en fábricas.
El centro histórico de Penne se encuentra en una posición panorámica repartida entre dos colinas, y está formado por un laberinto de portales de piedra arqueados y fuentes monumentales decoradas profusamente.
A diferencia de la mayoría de las ciudades que venden casas a un euro, Penne ha introducido normas menos severas para los compradores, dice Petrucci.
“El único requisito es que los compradores se comprometan a remodelar estas casas en tres años, pero no pedimos ninguna garantía de pago inicial para iniciar las obras. Realmente queremos animar y apoyar a quienes vengan a revivir el antiguo barrio”, afirma.
La mayoría de los programas de casas de un euro exigen que los compradores paguen una fianza de entre 2.000 y 5.000 euros (de US$ 3.000 a 5.250), que se devuelve siempre y cuando se terminen las obras.
Otra ventaja del programa de Penne es una agencia que ayuda a los compradores durante todo el proceso de remodelación.
“Tenemos un equipo de arquitectos y expertos que pueden asesorar y apoyar en las obras de reforma, buscando constructores y aparejadores, mostrando a los compradores mediante renders el aspecto que tendrá su casa una vez arreglada y asesorando durante todas las fases de la reforma”, dice Petrucci.
El costo inicial de una reforma básica de una casa de tamaño pequeño a medio ronda los 20.000 euros (US$ 21.000), según el alcalde.
Si hay una pugna por las viviendas, con múltiples compradores interesados en el puñado de casas en venta, las propiedades se venderán a la persona con el mejor, y más rápido, plan de renovación, dijo.
Y si lo tuyo no es planificar reformas, hay muchas casas llave en mano en el mercado, así como otras que necesitan un trabajo mínimo. Las casas listas para habitar tienen un costo inicial de 40.000 euros (US$ 42.000).
Petrucci define el casco antiguo de su ciudad natal como “un museo al aire libre” donde la arquitectura es una mezcla de estilos medieval, gótico y renacentista.
“Tenemos un pasado glorioso”, afirma. “Penne tiene raíces milenarias que han dejado señales en su paisaje. Los primeros vestigios de asentamientos prehistóricos se remontan a los Oschi, una población itálica que vivía en las tierras altas para defenderse de sus enemigos”.
Bajo la ocupación romana, Penne se llamaba Pinna. Era un punto vital en las redes de comunicación e intercambio de mercancías de la época, como demuestran las esculturas, joyas y sillas romanas que aún se exponen en el museo local.
Su ubicación en lo alto de una colina la acerca tanto a las playas adriáticas de los Abruzos como a las suaves pendientes para los aficionados al esquí.
La ciudad celebra cada año un pintoresco Palio, una carrera de caballos por las callejuelas, que recuerda al acontecimiento más famoso de Siena, en la Toscana.
En la campiña circundante se cultivan todo tipo de cereales: espelta, maíz, cebada y el famoso trigo duro para hacer pasta. A los amantes de la gastronomía les encanta el aceite de oliva virgen extra local y vinos como el cerasuolo rosado y el trebbiano d’Abruzzo blanco.
Entre los platos tradicionales están el timballo (que se parece ligeramente a una lasaña), los maccheroni alla chitarra, un tipo especial de pasta hecha a mano con forma de cuerdas de guitarra, y los sabrosos arrosticini, brochetas de cordero y riñones a la parrilla.
Italia es, sin duda, el centro mundial de los programas de casas de un euro, principalmente en el sur del país.
Sicilia es el epicentro, con algunos de los programas de más larga duración. Quizá el más famoso de todos sea Mussomeli, en el centro de la isla. La ciudad ha registrado una enorme afluencia de extranjeros desde que se implementó el programa, con médicos argentinos llenando los hospitales, y a algunas personas les ha gustado tanto la experiencia que han comprado otra propiedad.
Al otro lado de las colinas de Mussomeli está Cammarata, donde un programa de venta a un euro está dirigido por jóvenes locales que volvieron a casa durante la pandemia.
Sambuca, también en Sicilia, es otra ciudad querida por sus casas de un euro, que puso a la venta otro lote el año pasado. Ahora incluso los italianos están entrando en el juego.
Mientras tanto, otro programa de viviendas a un euro se puede encontrar actualmente en otra isla italiana: Cerdeña.
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