“‘Eliminar’ es uno de sus términos favoritos”: Dentro de la toma de control de DOGE al IRS antes de la temporada de impuestos
Por Rene Marsh y Marshall Cohen, CNN
El caos en el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) comenzó casi inmediatamente después de que el primer enviado del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) llegara el mes pasado a la sede de la agencia en Washington.
A los pocos minutos de presentarse, un ingeniero de software de veintitantos años enviado por el DOGE comenzó a exigir acceso a las bases de datos internas más protegidas de la agencia de recaudación de impuestos: primero a los sistemas de IT y luego a uno que contiene los datos personales y financieros de millones de contribuyentes estadounidenses y otro sistema que alberga contratos del IRS.
Otro empleado del DOGE buscó cerrar casi todos los programas e iniciativas financiados por el Congreso del IRS planeados para este año fiscal, muchos destinados a modernizar la agencia y mejorar el proceso de declaración de impuestos.
A medida que el DOGE se ha instalado dentro del IRS durante el último mes, la agencia ha despedido a miles de trabajadores y auditores y comenzó a cerrar más de 110 oficinas de asistencia al contribuyente en todo el país. Se están preparando despidos generalizados, con planes de recortar casi el 20% de todos los empleados del IRS para el 15 de mayo.
La tormenta de despidos, que se ha producido en múltiples agencias, ha sumido al IRS en la confusión en plena temporada de impuestos. Aunque el procesamiento de declaraciones y la emisión de reembolsos han continuado, algunas fuentes dicen que estas acciones del DOGE podrían socavar las operaciones a largo plazo del IRS, que maneja casi todas las cuentas por cobrar del Gobierno federal.
En entrevistas con CNN, varios funcionarios y exfuncionarios del IRS, que hablaron con la condición de permanecer en el anonimato, describieron un ambiente de intimidación, especialmente hacia el personal de carrera.
“Simplemente aparecen de forma aleatoria en las oficinas de las personas exigiendo acceso a los sistemas. Nos intimidan y no hay disciplina en lo que están haciendo, lo que realmente me preocupa”, dijo un empleado del IRS.
“Es un completo desastre, y no puedo creer que nadie esté interviniendo para hacer algo”, dijo otro empleado de alto nivel que trabajó en el IRS.
“Estamos paralizados”, dijo una tercera fuente del IRS.
Otro empleado actual del IRS, que trabaja fuera de Washington y es dirigente sindical local, dijo que ahora es rutinario ver a gente llorando en la oficina y a directivos yendo de un lado a otro disculpándose por despidos en los que no tuvieron ninguna decisión.
“La moral está por los suelos”, afirmó.
Nina Olson, que trabajó de 2001 a 2019 como Defensora Nacional del Contribuyente independiente dentro del IRS, dijo que los recortes estaban “básicamente destripando la agencia” al vaciar las filas, poniendo en riesgo el futuro del IRS.
“Están despidiendo a mucha sangre nueva, que se supone que es el futuro de la fuerza labora”, dijo Olson, refiriéndose a los empleados en prácticas recién contratados por la agencia. “Luego tienes a los más capacitados, en la cima de su conocimiento institucional, que se retiran”.
Olson, que ahora dirige el no partidista Center for Taxpayer Rights, criticó este “enfoque indiscriminado” de las reducciones de personal y predijo: “Nada de esto es un buen augurio para los contribuyentes”.
En respuesta a la información de CNN, la secretaria de prensa de la Casa Blanca dijo en un comunicado: “Esta historia se basa en fuentes anónimas y los defraudadores siempre gritan más fuerte. La gran mayoría de los estadounidenses apoyan que el presidente Trump erradique el despilfarro, el fraude y el abuso”.
Una encuesta de CNN/SSRS publicada la semana pasada encontró que el 62% de los estadounidenses están preocupados de que los recortes de Trump al Gobierno federal vayan demasiado lejos y lleven al cierre de programas importantes. Solo el 37% dijo estar más preocupado porque los recortes no sean suficientes como para eliminar el fraude y el despilfarro.
Desde el regreso de Donald Trump, ha habido una serie de cambios de dirección en el IRS.
El comisionado del IRS nombrado por Joe Biden, Danny Werfel, dimitió el día de la toma de posesión. El comisario en funciones que le sucedió se jubiló cuatro semanas después. La actual responsable, Melanie Krause, solo lleva tres años y medio en el IRS.
El elegido por Trump para ser el próximo comisionado a tiempo completo, el excongresista republicano Billy Long, aún no ha sido confirmado.
Trump anunció la elección de Long en diciembre. En un mensaje de Truth Social, Trump no dijo nada sobre el hecho de que el mandato legal de cinco años de Werfel –que pretende dar a los comisionados del IRS cierta independencia del presidente– no expiraba hasta 2027.
Durante la transición, Werfel se puso en contacto varias veces con el nuevo secretario del Tesoro, Scott Bessent, en busca de orientación sobre si debía dimitir o permanecer al frente hasta que Long fuera confirmado, para mantener la estabilidad en medio de la temporada de impuestos, según una fuente familiarizada con el asunto. Bessent nunca respondió, dijo la fuente, y Werfel dimitió el 20 de enero.
Junto con la reducción de personal, las fuentes dicen que parece que la prioridad del DOGE en el IRS ha girado en torno al acceso a sus vastos sistemas de datos.
En las últimas semanas, el personal del DOGE ha obtenido acceso al sistema de recursos humanos del IRS que alberga información personal de todos los empleados de la agencia, según una fuente familiarizada con el asunto.
Mientras los tribunales sopesan si permiten al DOGE tener pleno acceso a los sistemas de datos del IRS, el esfuerzo por rehacer la agencia de recaudación de impuestos está muy avanzado.
Comenzó a mediados de febrero, cuando los altos funcionarios del IRS fueron informados de que el DOGE visitaría sus oficinas. Solo se les avisó con 15 minutos de antelación de que Gavin Kliger, un ingeniero de software de 25 años, estaba en camino.
A los pocos minutos de llegar, Kliger exigió acceso a los “sistemas de administración tributaria” del IRS, según un empleado del IRS familiarizado con la situación.
En un artículo de opinión de Bloomberg publicado el viernes, Werfel, el excomisionado del IRS, dijo que el DOGE no debería tener acceso a los datos sensibles. Señaló que era como si el CEO de un banco entrara en una sucursal y exigiera acceso a todas las cajas de seguridad de los clientes.
Solo un grupo selecto de empleados del IRS tiene acceso a los sistemas que albergan los datos financieros sensibles de los contribuyentes. Los empleados de carrera informaron a Kliger que no podía acceder al sistema informático de la agencia sin someterse a exhaustivas comprobaciones de antecedentes para asegurarse de que no supondría una amenaza interna.
Dos semanas más tarde, Kliger fue acompañado en el IRS por Sam Corcos, un empresario de 36 años cofundador de una empresa que ayuda a personalizar la dieta para aumentar el metabolismo.
En cuanto Corcos llegó allí, según dijo un empleado del IRS a CNN, paralizó casi todos los programas e iniciativas de la agencia financiados por el Congreso planificados para el año fiscal y el calendario 2025. El empleado dijo a CNN que Corcos estaba exigiendo esto sin “entender completamente cómo funciona la agencia dentro del Gobierno federal”.
“Vienen y dicen que van a eliminar esa iniciativa, ‘eliminar’ es uno de sus términos favoritos”, dijo el empleado del IRS. “Así que nos ponemos a pensar: ‘¿Tiene Sam esa autoridad? ¿Gavin tiene esa autoridad? ¿Hacienda les ha dado esa autoridad?’”.
Corcos también presionó para que se acelerara la comprobación de antecedentes, lo que habría obligado a los empleados federales a trabajar el fin de semana para que él pudiera acceder rápidamente al sistema informático del IRS.
El lunes siguiente, la máxima responsable de Recursos Humanos de la agencia fue puesta en situación de baja administrativa y se le comunicó su despido por insubordinación, después de que la exigencia de Kliger de una verificación de antecedentes acelerada para su socio del DOGE no se hubiera cumplido durante el fin de semana, según las fuentes.
Al igual que todas las acciones del DOGE, los movimientos en el IRS son parte de los esfuerzos más amplios del gobierno de Trump para supuestamente erradicar el fraude y el abuso. Pero dos empleados del IRS que hablaron con CNN dijeron que algunas de las acciones tomadas por el DOGE dentro del IRS parecen estar dirigidas a encontrar formas de usar los datos protegidos de la agencia para encontrar inmigrantes indocumentados.
El Departamento de Seguridad Nacional distribuyó un borrador de memorando al IRS que representaba una amplia solicitud de información sobre presuntos inmigrantes indocumentados, incluidas las direcciones de los domicilios de varios cientos de miles de personas que pagaron impuestos federales sobre la base de sus números de identificación individual del contribuyente, según una fuente con conocimiento directo del documento.
El memorando también proponía al IRS detallar un grupo dedicado de varias docenas de auditores sénior del IRS para lanzar investigaciones sobre empresas sospechosas de contratar a inmigrantes indocumentados.
Expertos en privacidad dicen que eso sería una violación de las estrictas leyes de divulgación bajo las que opera el IRS, que prohíben la divulgación de información fiscal por parte de un empleado del IRS.
Dos grupos por los derechos de los inmigrantes en Chicago demandaron al Departamento del Tesoro y al IRS anteriormente este mes y pidieron a un juez que impidiera a la agencia compartir la información de identificación de los contribuyentes con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de EE.UU. o el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), mientras Trump impulsa más deportaciones.
Los grupos alegaron que la ley federal “prohíbe” al IRS dar estos datos a las autoridades de inmigración, porque el ICE y el DHS no figuran como excepciones a las normas de confidencialidad en el código tributario.
Si eso llegara a suceder, escribieron los abogados de los grupos en documentos legales, ello sometería a sus miembros “a daños en forma de arresto, detención u otras privaciones de libertad asociadas con la intención declarada del Gobierno de Trump de emprender acciones masivas contra los inmigrantes”.
El caso aún está pendiente en el tribunal federal de la ciudad de Washington, y el juez aún no ha emitido ningún fallo.
Aunque los sistemas automatizados de declaración de impuestos del IRS siguen funcionando sin problemas, los contribuyentes a largo plazo pueden llegar a experimentar los efectos paralizantes del DOGE. Los tiempos de espera del servicio al cliente probablemente aumentarán a medida que la agencia pierda personal. Los empleados con los que habló CNN también esperan retrasos con las declaraciones en papel.
La financiación de la Ley de Reducción de la Inflación de la era Biden permitió al IRS aumentar el personal para mejorar la experiencia de servicio al cliente de los contribuyentes, incluyendo miles de nuevos representantes del centro de atención telefónica.
Los datos publicados por el IRS muestran que los tiempos de espera para las llamadas telefónicas de servicio al cliente mejoraron significativamente de un promedio de 28 minutos durante la temporada de impuestos en 2022, antes de que se aprobara la legislación histórica, a cuatro minutos en 2023 y tres minutos el año pasado.
“En muchos casos, esos largos tiempos de espera terminaban con una desconexión por cortesía”, dijo el empleado. “Simplemente te colgaban, así que estamos volviendo a esos días”.
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Phil Mattingly, Jeanne Sahadi y Priscilla Álvarez, de CNN, contribuyeron a este artículo.
