2024 ha sido un año de nerviosismo para los viajes en avión. ¿Hasta qué punto son seguros?
Por Anna Cooban, CNN
Es muy posible que los viajeros ansiosos recuerden 2024 como el año en que se confirmaron sus peores temores sobre la seguridad de los vuelos, debido a que una serie de incidentes aéreos sin precedentes, en algunos casos mortales, acapararon la atención de los medios.
Tres incidentes distintos ocurridos la semana pasada, a bordo de aviones de Corea del Sur, Canadá y Azerbaiyán, han avivado esos temores durante el ajetreado período vacacional. Pero las estadísticas muestran que el riesgo de muerte o lesiones en un vuelo comercial es muy bajo.
El incidente más reciente se produjo el domingo en Corea del Sur, cuando un avión de pasajeros Boeing se estrelló en el aeropuerto internacional de Muan, causando la muerte de al menos 179 personas, la catástrofe aérea más letal en el país desde 1997. En imágenes difundidas por varios medios de comunicación surcoreanos, se ve al vuelo de Jeju Air derrapar sobre su fuselaje a gran velocidad, chocar contra un terraplén y estallar en una bola de fuego.
Las causas del incidente aún no están claras, aunque varios expertos explicaron a CNN que el tren de aterrizaje del avión, en concreto las ruedas utilizadas para el despegue y el aterrizaje, parecía no haberse desplegado completamente antes de chocar contra la pista. Las autoridades surcoreanas investigan la causa de la catástrofe con la ayuda de investigadores estadounidenses.
En un comunicado difundido el domingo en X, Boeing expresó su “más sentido pésame a las familias que han perdido a sus seres queridos” y afirmó estar dispuesta a apoyar a Jeju Air.
El suceso ocurrió poco después de que 38 personas murieran el día de Navidad al estrellarse un vuelo de Azerbaijan Airlines tras entrar en el espacio aéreo ruso en Grozny (Chechenia). No se ha confirmado qué causó el incidente, pero el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, acusó a Rusia de derribar accidentalmente el avión de pasajeros.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, “se disculpó por el hecho de que el trágico incidente se produjera en el espacio aéreo ruso” en una llamada telefónica con Aliyev la semana pasada, según un comunicado del Kremlin, pero no se atribuyó la responsabilidad.
El sábado por la noche, un vuelo de Air Canada Express sufrió un accidente no mortal. El vuelo, operado por PAL Airlines y en el que viajaban 73 pasajeros, “experimentó un presunto problema en el tren de aterrizaje” tras llegar al aeropuerto internacional de Halifax Stanfield, en Nueva Escocia, aunque no se registraron heridos, según la aerolínea.
Estos incidentes cierran un año poco halagüeño para la industria aeronáutica, especialmente para el atribulado fabricante de aviones Boeing, que se ha enfrentado a críticas cada vez más severas sobre la calidad de sus productos.
En enero, un panel explotó en un vuelo de Alaska Airlines, dejando un enorme agujero en el fuselaje del Boeing 737 Max. Ningún pasajero murió, pero el incidente se produjo después de dos accidentes mortales de 737 Max en los últimos años, uno en 2018 y otro en 2019, que desencadenaron una inmovilización del modelo durante 20 meses en todo el mundo.
Los accidentes, fatales o no, a bordo de las decenas de millones de vuelos comerciales que se realizan cada año son muy poco probables, según los datos más recientes de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), la asociación comercial de las aerolíneas del mundo.
En 2023, el año más reciente del que se dispone de datos completos, se registraron 30 accidentes de este tipo, lo que supone un riesgo de un accidente cada 1,26 millones de vuelos, según la IATA. Esta cifra es inferior a la del año anterior, cuando se registró un accidente en uno de cada 770.000 vuelos.
“Se corre más riesgo… conduciendo al aeropuerto que… volando en avión”, declaró a CNN Anthony Brickhouse, profesor de Seguridad Aérea de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle de Nueva Jersey. “En algunas partes del mundo, estás… menos seguro en una escalera mecánica que volando en un avión”, agregó.
“Cuando ocurren accidentes, obviamente llama la atención de todo el mundo, pero creo que es realmente importante que todo el mundo (dé) un paso atrás y deje que los investigadores hagan su trabajo”, añadió.
Un estudio sobre la seguridad de las aerolíneas publicado en agosto y del que es coautor Arnold Barnett, profesor de estadística del Massachusetts Institute of Technology, concluyó que entre 2018 y 2022, el riesgo mundial de muerte por abordaje era de una entre 13,7 millones.
En otras palabras, si elegías un vuelo al azar y embarcabas en ese período, tu probabilidad de morir en un accidente aéreo o en un acto terrorista se acercaba a una entre 14 millones.
Pero un buen historial de seguridad en el pasado no es garantía de lo mismo en el futuro, y los pasajeros pueden tener nuevas preocupaciones dada la reciente oleada de accidentes mortales. La pérdida de más de 200 vidas solo en los últimos días elevará el número de víctimas mortales causadas por accidentes de aviación comercial muy por encima de las 72 registradas por la IATA en 2023.
El director general de la IATA, Willie Walsh, afirmó en el último informe anual de seguridad del grupo industrial, publicado en febrero, que los resultados de seguridad de 2023 “siguen demostrando que volar es el modo de transporte más seguro”.
Sin embargo, afirmó que “nunca podemos dar por sentada la seguridad” y que “dos incidentes de gran repercusión en el primer mes de 2024 demuestran que, aunque volar sea una de las actividades más seguras que puede realizar una persona, siempre hay margen de mejora”.
The-CNN-Wire
™ & © 2024 Cable News Network, Inc., a Warner Bros. Discovery Company. All rights reserved.