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Estas son las propuestas de Trump para la economía

Alexandra Ferguson

Washington (CNN) — El presidente electo Donald Trump expuso en campaña una amplia gama de ideas destinadas a hacer más asequible la vida y fortalecer la economía, temas que ocupan los primeros lugares entre las preocupaciones de los votantes.

Casi todas las medidas, que carecen de detalles, requerirían la aprobación del Congreso. Eso podría ser difícil de conseguir en el clima partidista del Capitolio.

Estos son los puntos clave sobre las medidas que Trump ha dicho que tomará para abordar la economía:

Resolver los recortes fiscales que expiran

Algunas partes de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos (TCJA, por sus siglas en inglés) de 2017, uno de los logros emblemáticos de Trump durante su mandato en la Casa Blanca, están programadas para caducar a finales de 2025.

Aunque la ley redujo los impuestos para la mayoría de la gente, los demócratas suelen criticar la ley TCJA por beneficiar de manera desproporcionada a los ricos.

Trump quiere prorrogar todos los recortes del impuesto sobre la renta de las personas físicas y del impuesto sobre el patrimonio que contemplaba la ley de 2017. Esto incluye, entre otras cosas, un aumento de la deducción estándar, tasas marginales del impuesto sobre la renta más bajas para la mayoría de los tramos de ingresos y un aumento de la exención del impuesto sobre el patrimonio.

Trump ha sugerido que eliminaría el límite a las deducciones fiscales estatales y locales, conocido como SALT. La TCJA limitó la deducción a US$ 10.000, pero el controvertido tope expira a finales de 2025.

Además, Trump ha pedido rebajar la tasa del impuesto de sociedades al 15% para determinadas empresas. La TJCA rebajó permanentemente la tasa máxima del impuesto de sociedades del 35% al 21%.

Trump también restauraría la capacidad de las empresas para deducir inmediatamente las inversiones en equipamiento e investigación.

Eliminar impuestos

El presidente electo ha desplegado una serie de exenciones fiscales selectivas, como la eliminación de los impuestos federales sobre las propinas, las prestaciones de la Seguridad Social y el pago de las horas extras.

Trump fue el primer candidato en prometer el fin de los impuestos sobre las propinas, planteándolo en un mitin en Las Vegas unos dos meses antes que la candidata presidencial demócrata Kamala Harris. Aunque su campaña no ha dado a conocer detalles sobre la propuesta, Trump ha indicado que eliminaría tanto los impuestos federales sobre la renta como los impuestos sobre las nóminas, que financian la Seguridad Social y Medicare.

Prácticamente todos los trabajadores que reciben propinas obtendrían algún alivio fiscal si Trump también elimina los impuestos sobre las nóminas que gravan las propinas, según el Centro de Política Fiscal. Sin embargo, estos trabajadores recibirían entonces pagos menores de la Seguridad Social después de jubilarse.

En un intento de atraer a los ciudadanos de la tercera edad, un bloque electoral muy activo, Trump ha prometido que los beneficiarios de la Seguridad Social ya no tendrían que pagar impuestos sobre las prestaciones mensuales que reciben. Alrededor de la mitad de los beneficiarios, principalmente los de mayores ingresos, pagan impuestos federales sobre la renta por sus pagos a la Seguridad Social.

Además, Trump ha propuesto eliminar los impuestos sobre el pago de las horas extraordinarias, aunque su campaña no ha proporcionado ningún detalle. Sin embargo, si los trabajadores no deben impuestos sobre la nómina por su compensación de horas extraordinarias, podrían recibir menos de la Seguridad Social en la jubilación.

Si se promulgan, estas tres medidas podrían reducir los impuestos que ayudan a financiar la Seguridad Social, lo que podría agotar los fondos fiduciarios del programa para 2031 y forzar un recorte de aproximadamente el 30% en las prestaciones para los afiliados si no se sustituyen los ingresos, según la Comisión para un Presupuesto Federal Responsable.

Trump también ha planteado acabar con el impuesto federal sobre la renta y sustituirlo por ingresos procedentes de los aranceles.

Ayudar a la clase media

El expresidente desveló en campaña varias medidas destinadas a ayudar a los estadounidenses a afrontar el costo de la vida. Ha dicho que limitaría temporalmente las tasas de interés de las tarjetas de crédito a alrededor del 10%, que es menos de la mitad de la tasa actual.

Y Trump prometió hacer que los intereses pagados por los préstamos para automóviles sean totalmente deducibles de impuestos, de forma similar a la popular deducción existente para los intereses hipotecarios. Aunque argumenta que esto estimulará la propiedad de automóviles, algunos expertos dicen que ayudará principalmente a los estadounidenses más ricos que detallan sus deducciones – y que normalmente compran automóviles más caros.

Para ayudar a las personas mayores que están envejeciendo y a sus familiares, Trump ha dicho que impulsaría un crédito fiscal para los cuidadores familiares. Además, destinaría recursos a los cuidados a domicilio y acabaría con los factores disuasorios que provocan la escasez de cuidadores, según su plataforma.

El compañero de fórmula de Trump, el senador por Ohio J. D. Vance, ha planteado aumentar el crédito fiscal por hijo a US$ 5.000 por hijo, pero el presidente electo no ha adoptado formalmente esa idea.

Impulsar los aranceles y el comercio

Trump ha dicho que, de resultar elegido de nuevo, impondrá un arancel general del 10% o del 20% a todas las importaciones que entren en EE.UU., así como un arancel al alza del 60% a todas las importaciones chinas.

También ha planteado un arancel del 100% o del 200% sobre los automóviles fabricados en México o sobre los productos de las empresas que trasladen la fabricación de EE.UU. a México.

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Trump afirma que los aranceles impulsarán la fabricación estadounidense, crearán empleo y aportarán miles de millones de dólares para ayudar a pagar otras iniciativas políticas, como los recortes fiscales.

Pero es poco probable que los ingresos generados por los nuevos aranceles cubran totalmente sus propuestas de gasto. Los aranceles también elevarían probablemente los precios para los consumidores estadounidenses. Trump, durante años, ha afirmado inexactamente que los países extranjeros pagan los aranceles. Los pagan los importadores radicados en Estados Unidos.

Por otra parte, Trump ha dicho que renegociará el acuerdo comercial llamado TMEC que su propia administración alcanzó con México y Canadá.

Reducir los precios

El expresidente ha arremetido repetidamente contra Harris por el aumento de los precios en los últimos años. Ha prometido dar marcha atrás y bajar los precios de la gasolina, los comestibles y otros artículos de primera necesidad, aunque no ha dado muchos detalles sobre cómo lo lograría.

Trump ha dicho en repetidas ocasiones que bajará los precios impulsando la producción de petróleo y gas. Ha prometido permitir más perforaciones y reducir las regulaciones. Pero esos esfuerzos pueden tener un efecto limitado sobre los precios en el surtidor, que en EE.UU. dependen en gran medida del mercado mundial del petróleo.

Trump también ha prometido rescindir los fondos no gastados en virtud de la Ley de Reducción de la Inflación, una ley climática histórica respaldada por la administración Biden-Harris, así como crear una nueva comisión de eficiencia para llevar a cabo una auditoría financiera y de rendimiento del gobierno federal. En septiembre dijo que el multimillonario de la tecnología Elon Musk había aceptado dirigir la comisión.

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Hacer la vivienda más asequible

El presidente electo no ha presentado una propuesta formal en materia de vivienda, pero ha hablado en campaña sobre las formas en que ayudaría a los propietarios de viviendas.

Trump ha prometido hacer la vivienda más asequible e impulsar la oferta deshaciéndose de las regulaciones que aumentan los costos y abriendo algunos terrenos federales disponibles para la construcción de viviendas a gran escala.

También ha dicho que la caída de las tasas de interés hará que las tasas hipotecarias bajen al 3% o incluso menos, lo que hará que la financiación sea menos costosa para los compradores de viviendas. (Sin embargo, los presidentes no controlan las tasas de interés).

Trump también ha culpado a los inmigrantes indocumentados de hacer subir el costo de la vivienda, lo que abordaría mediante deportaciones masivas y prohibiéndoles obtener hipotecas.

La plataforma del Partido Republicano también señala que “promovería la propiedad de la vivienda mediante incentivos fiscales y apoyo a los compradores primerizos”.

Invertir en empresas estadounidenses

El expresidente ha dicho que sus planes de aumentar los aranceles y recortar la tasa del impuesto de sociedades darán lugar a un auge de la fabricación estadounidense.

Ha dicho que impondrá aranceles a las empresas que trasladen la fabricación de EE.UU. a otro país y, en septiembre, amenazó específicamente a John Deere con aranceles si la empresa no abandonaba sus planes de trasladar parte de la producción del Medio Oeste a México.

La idea es que los aranceles encarecerán los productos fabricados en el extranjero frente a los fabricados en EE.UU. Pero los precios también pueden subir para los fabricantes estadounidenses si necesitan importar ciertas piezas. Y es probable que otros países impongan aranceles de represalia, lo que dificultará a las empresas estadounidenses la venta de bienes en el extranjero. En 2019, los economistas de la Reserva Federal constataron que los anteriores aranceles de Trump provocaron una disminución neta del empleo en el sector manufacturero.

En septiembre, calificó su propuesta de reducir la tasa del impuesto de sociedades al 15% para las empresas que fabrican productos en EE.UU. como la “pieza central” de su plan para un renacimiento de la industria manufacturera.

Hacer más asequible la atención sanitaria

Aunque la sanidad fue uno de los principales focos de atención del primer mandato de Trump, cuando intentó sin éxito derogar la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible, también conocida como Obamacare, y emitió múltiples decretos y propuestas destinadas a reducir los precios de los medicamentos, el presidente electo no está haciendo el mismo hincapié en el tema durante esta campaña.

Ha alternado entre decir que le gustaría volver a intentar derogar el Obamacare y sustituirlo por un programa mejor. Cuando se le presionó en un debate en septiembre, Trump dijo que tenía “conceptos de un plan”.

Vance trató de completar algunos de los detalles en mítines el mes pasado. Tras indicar inicialmente su apoyo a separar a los afiliados sanos y más enfermos del Obamacare en diferentes grupos de riesgo, lo que podría amenazar las protecciones de la ley para quienes padecen enfermedades preexistentes, más tarde se retractó de esa opinión. En un debate celebrado en octubre, dijo que apoya la aprobación federal de los programas estatales de reaseguro, que en general han reducido las primas de Obamacare al proporcionar financiación a las aseguradoras que inscriben a muchos pacientes de alto costo.

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